Reseña de Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu

Aislada en el viejo y austero castillo de su anciano padre en Styria, Laura sueña con tener compañía y amistad. Las circunstancias hacen que su padre ofrezca hospedaje a una viajera misteriosa que podría ser la amiga que Laura necesita. Sin embargo, la atracción y el miedo se confunden en el corazón de la joven cuando descubre el rostro de su huésped: este se corresponde con la imagen de una aparición que la impactó en su infancia, a los seis años.

 

Carmilla, el texto gótico que Joseph Sheridan Le Fanu publicó en 1872, precursor de otros clásicos como Drácula, de Bram Stoker, recibe un nuevo tratamiento ilustrado: los dibujos de Ana Juan, cuyos delicados trazos en blanco y negro acompañan a la clásica historia vampírica.

 

 

Como los habituales de mi blog ya sabéis, soy una entusiasta de la literatura de terror, pero sobre todo de la que gira en torno a la figura que sin duda alguna engloba toda la erótica del género, la figura del vampiro.

 

Mucha gente piensa que el personaje del vampiro surge en la literatura de la mano de Drácula de Bram Stoker en 1897. Nada más lejos de la realidad. En su momento ya os hablé de la obra El Vampiro de John W. Polidori (1819), aunque existen otras muchas novelas de las que os iré hablando en futuras reseñas. De hecho, la reseña de hoy está dedicada a una novela breve fue escrita 25 años antes de la publicación de Drácula de Bram Stoker y sirvió de inspiración para ello.

 

La obra en cuestión es Carmilla de Joseph Sheridan Le Fanu (1872), una breve maravilla de la literatura gótica publicada originariamente en una colección de cinco relatos titulado In a Glass Darkly un año antes de la muerte del autor. Con el paso del tiempo Carmilla se ha convertido en una de las más importantes obras de ficción sobre vampiros.  Sobre la historia en sí misma, no quiero contaros más de lo que podéis intuir leyendo la reseña, ya que es una novela maravillosa para descubrir.

 

Laura, la protagonista, es una hermosa joven que vive aislada junto a su anciano padre y el servicio en el antiguo Castillo Hollis en Estiria, Austria. La falta de vida social con sus contemporáneos le resulta terriblemente pesada, y cuando parece que un acontecimiento puede romper esa monotonía, una dramática noticia hace que vuelva a caer en la más absoluta de las soledades.

Es en ese momento cuando su vida da un giro inesperado al ser testigo de un accidente de un carruaje frente al castillo, donde viajan una dama y su misteriosa hija Carmilla, que es acogida para su recuperación hasta que su madre regrese ya que debe proseguir el viaje, lo que causa una gran conmoción en Laura al reconocer en ella un rostro que la ha acompañado en sus sueños de infancia.

Con el paso de los días, Laura parece encontrar en Carmila la tan ansiada amistad y su relación se va haciendo cada vez más sólida… mientras una serie de extraños acontecimientos comienzan a suceder a su alrededor.

 

Carmilla es una obra perteneciente a la narrativa gótica que cumple punto por punto con sus principales características, y  que a pesar de su brevedad nos presenta una maravillosa historia, madre inspiradora de numerosas novelas del género. Es también una de las madres de la figura sensual de la mujer-vampiro, dejando a un lado la figura más espectral para presentarnos a una mujer hipnótica, sensual y atrayente, que conserva todos los encantos humanos.

 

Se genera de una forma admirable una atmósfera de intriga y suspense impregnado de un gran sensualidad, oscuros impulsos e incluso una sutil erótica lésbica en los momentos en que Laura parece sucumbir ante Carmilla, desdibujando la invisible barrera que separa la amistad de la tensión y el deseo.  Un tabú en la época que J.Sheridan Le Fanu supo plantear magistralmente para atraer al lector y no caer en el escándalo.

 

Para mi, todas las historias de terror gótico ganan en interés cuando descubro que están basadas en alguna historia real. En el caso de Carmilla, La Fanu se basó en la historia de Isabel Báthory, la temida Condesa Sangrienta.

Y para terminar con todas las maravillas que nos ofrece esta obra, he de destacan que esta edición en concreto, de la Editorial Siruela,  son las maravillosas ilustraciones que acompañan la obra, realizadas por Ana Juan.

 

CONCLUSIÓN: de lectura de obligada para los amantes del género, Carmilla es una de esas maravillas de la narrativa gótica, madre e inspiradora de las mejores novelas sobre vampiros de la historia, y que nos muestra toda la magia, el erotismo, el suspense y el terror que esta fantástica criatura desprende en su versión femenina.

 

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