Teaser Monday: La Apuesta de Sabina Rogado

Buenos días chicuelos y chicuelas varias.

Parece que la ola de fría ha entrado con ganas, al menos aquí en Málaga, que un par de días atrás íbamos en camiseta y aun podíamos tirarnos un poquito en la playa, pero todo se acaba y todo da lugar a algo nuevo... el ratito de mantita, una bebida caliente y un buen libro.

Si no tenéis claro que novela sería la apropiada para acompañaros en esas tardes en casita relajada, dejadme que os haga una sugerencia: La Apuesta de Sabida Rogado.

Si, ya se que es muy fácil recomendar una lectura y ya está, pero para se creó esta entrada, para enseñaros un poquito más de cada obra recomendar antes de que podáis leer la reseña y que sirva, quizás, de empujoncito final para decidiros a leerla o descartarla.

Así que os dejo sin más vueltas con el Teaser Monday de La Apuesta de Sabina Rogado, espero que os guste, y os recuerdo que el enlace de compra lo tenéis al final de la entrada.

Espero que lo disfrutéis y ver vuestros comentarios 💕

—Largo. ¡Ella está conmigo!

La rotundidad y la determinación con la que se pronunció no dieron lugar a ningún tipo de equívoco. Y se marchó bajo la mirada asustada de la chica que parecía estar fuera de lugar, en estado de trance, igual que el primer día que llegó y que terminó entre sus brazos cuando se desmayó.

—¿Estás bien? —le preguntó mediante un susurro que revelaba una verdadera preocupación.

—Ahora sí.

Aquella respuesta a Hugo le bastó y decidió pasar a la acción. Y fue cuando pasó el brazo alrededor de su cintura, sin perder el tiempo, al mismo tiempo que con la otra mano bajaba para buscar la suya, sintiendo el roce de sus finos dedos. Solo entonces la cogió sin dejar de mirarla en busca de cualquier reacción.

Y como no la hubo estrechó el cerco suavemente, tirando de su cintura para acercarla a un cuerpo, el suyo, que disfrutaba por el simple hecho de tenerla así. Casi pegada a su pecho. Pensando que tendría que actuar poco a poco si no quería asustarla. Olvidándose de lo demás si lo que deseaba era ganar a Héctor…

¡Pero de pronto algo sucedió! O mejor dicho algo cambió. Y se produjo en el instante en el que Hugo verdaderamente supo lo que estaba pasando, sin que fuese capaz de apartarse.

Ella estaba temblando de miedo, y la necesidad de sentirla cerca lo desbordó completamente.

Daría lo que fuera con tal de borrar el tormento de sus ojos. Lo que fuera.

La necesidad de sentirla pasó con gran rapidez a la necesidad abrumadora de consolarla, y también de querer protegerla.

¡Era lo que verdaderamente importaba ahora!

—¡Schsss! ¡Tranquila! ¡Todo está bien! —le susurró con calma cerca de su oído.

El efecto de aquellas palabras suaves logró su objetivo, calmándola poco a poco…

—Pero la curiosidad creció y llegó la noche del baile, ¿te acuerdas?

Ella asintió.

—Esa noche pretendía sacarte a bailar, pretendía empezar a actuar para terminar cuanto antes, ¿sabes por qué? porque me empezabas a volver loco y no quería involucrarme más de lo que debía, y entonces… —se calló, dejó la mano quieta, y alzó la mirada, descubriendo a una chica indecisa pero con ganas de escucharle hasta el final. Algo que hizo a continuación—: y entonces, cuando te agarré, pude sentir el temblor que tenías por el miedo que te provocaron aquellos dos chicos. En ese momento supe que todo acababa de cambiar, que tú eras especial, y que no podría hacerte daño. El grave error que cometí entonces fue el de no tener los cojones suficientes para decírselo a Héctor. Y ese error me está matando. El daño que terminé haciéndote después de saber lo mucho que habías confiado en mí fue demoledor. Y todo por esa jodida apuesta. Siento tanto haberte fallado Érika…

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