Citas de Libro: Como Agua Para Chocolate de Laura Esquivel

Hacía mucho tiempo que no hacía ninguna entrada de Citas de Libro, y la verdad es que hoy tengo ganas.

El libro que he elegido para esta entrada es Como Agua Para Chocolate, de la escritora mexicana Laura Esquivel.

Hace ya un tiempo que leí esta novela, y creo que en breve la releeré así que me ha gustado la idea de dedicarle esta entrada. Fue una de las primeras novelas románticas que leí, y aunque se que tiene mucha gente a la que le aburre, creo que es una novela sobre el amor sublime, y la relación que la escritora hace de los alimentos, los sentimientos, los detalles más simples de la vida y la magia es increíble. Guardo un recuerdo genial de esta historia.

Espero que disfrutéis de algunas de las frases que más me gustaron.

"No es por vicio, ni por fornicio, sino para dar un hijo a tu servicio."

"Lo malo de llorar cuando uno pica la cebolla no es el simple hecho de llorar, sino que a veces uno empieza y ya no puede parar."

"Necesito una respuesta en este momento, el amor no se piensa, se siente o no se siente." 

"-¿Estás enamorada de él o de mi?

- No te lo puedo contestar, tampoco lo sé. Cuando tú no estás aquí, pienso que es él a quien quiero, pero cuando te veo, todo cambia. A tu lado me siento tranquila, segura, en paz... pero no sé, no sé... "

"Sólo las ollas saben los hervores de su caldo, pero yo adivino los tuyos"

"La mera verdad es que la verdad no existe, todo depende del punto de vista"

"Soy hombre de pocas, pero firmes palabras"

"Mi abuela tenía una teoría muy interesante; decía que todos nacemos con una caja de fósforos adentro, pero que no podemos encenderlos solos... necesitamos la ayuda del oxígeno y una vela. En este caso el oxígeno, por ejemplo, vendría del aliento de la persona que amamos; la vela podría ser cualquier tipo de comida, música, caricia, palabra o sonido que engendre la explosión que encenderá uno de los fósforos. Por un momento, nos deslumbra una emoción intensa. Una tibieza placentera crece dentro de nosotros, desvaneciéndose a medida que pasa el tiempo, hasta que llega una nueva explosión a revivirla. Cada persona tiene que descubrir qué disparará esas explosiones para poder vivir, puesto que la combustión que ocurre cuando uno de los fósforos se enciende es lo que nutre al alma. Ese fuego, en resumen, es su alimento. Si uno no averigua a tiempo qué cosa inicia esas explosiones, la caja de fósforos se humedece y ni uno solo de los fósforos se encenderá nunca."

"Dicen que el sordo no oye, pero compone"

"Chocaron intempestivamente. John la sostuvo en sus brazos justo a tiempo para evitar que cayera. Su cálido abrazo salvó a Tita de una congelación, fueron sólo unos instantes los que estuvieron unidos pero los suficientes como para reconfortarle el alma"

"¿Pero qué es la decencia? ¿Negar todo lo que uno quiere verdaderamente?"